DISFUNCIONES DE SUELO PÉLVICO
Posiblemente durante mucho tiempo has escuchado y vivido con esas molestias que nos parecen normales porque, en algún momento, muchas otras mujeres también las han experimentado.
Hoy quiero que sepas algo muy importante: no estás sola, pero tampoco tienes por qué seguir ignorando lo que te pasa.
Las disfunciones del suelo pélvico han sido un tema silenciado durante demasiado tiempo, pero ha llegado el momento de hablar de ellas y tratarlas.
Es cierto, muchas de nosotras experimentamos incontinencia, dolor en la zona pélvica, dificultades en nuestras relaciones sexuales, o molestias durante la menstruación, y puede que en tu círculo de amigas o familiares también sea común pero que sea frecuente no significa que debamos aceptarlo como parte de nuestra vida. ¡No tenemos que vivir con ello!
Tu salud femenina es algo que merece ser priorizado, y no importa si aún no has hablado de este tema o si no has hecho nada al respecto: ¡estás a tiempo! Es momento de despertar esa consciencia sobre tu cuerpo, de conocer y cuidar tu suelo pélvico. Podemos recuperar nuestra salud, fortalecer y mejorar esta área fundamental de nuestra anatomía, y lo mejor es que podemos empezar ahora.
Además, debemos dejar atrás hábitos que están afectando a nuestra salud pélvica, como el sedentarismo, el estrés, el estreñimiento o el sobrepeso. Con pequeños cambios y el tratamiento adecuado, podemos mejorar nuestra calidad de vida y vivir sin limitaciones.
Es hora de decir adiós a la normalización de las disfunciones del suelo pélvico. ¡Hablemos de ello, tratémoslo y recuperemos nuestro bienestar! Si tienes dudas o quieres empezar con ejercicios de fisioterapia para el suelo pélvico, aquí estoy para acompañarte en este camino.
¡Cuidémonos juntas!
A continuación te doy una breve explicación de cada una de ellas para que puedas identificarlas
- Incontinencias urinarias, de gases y fecales: Pérdida involuntaria de orina, gases o heces debido a un debilitamiento de los músculos del suelo pélvico.
- Dolores pélvicos crónicos: Dolor persistente que afecta la zona baja del abdomen y puede limitar las actividades diarias.
- Estreñimiento: alteración del tránsito intestinal que se caracteriza por evacuaciones infrecuentes, difíciles o incompletas. Suele ir acompañado de esfuerzo excesivo al evacuar, heces duras o sensación de obstrucción. Puede estar relacionado con hábitos alimenticios, hidratación insuficiente, sedentarismo o problemas funcionales como disfunción del suelo pélvico.
- Prolapsos: Descenso de órganos como la vejiga, el útero o el recto, generando molestias o sensación de «peso» en la zona pélvica.
- Disfunciones sexuales: Relacionadas con el dolor crónico o hipersensibilidad en la vulva que no tiene una causa médica clara (vulvodinia). Dolor en la entrada vaginal, la zona pélvica o más profundamente durante la penetración (dispareunia). Disminución o alteraciones de la sensibilidad, relacionadas con la musculatura pélvica. Dificultad o imposibilidad de penetración caracterizada por la contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico que rodean la vagina.
¡Es momento de dejar de normalizarlo!.

