CICLO MENSTRUAL

El ciclo menstrual es una parte esencial de la salud femenina, pero muchas veces se ve afectado por alteraciones que pueden indicar desequilibrios en nuestro cuerpo. Entre las más comunes se encuentran las irregularidades en la duración del ciclo, menstruaciones dolorosas (dismenorrea), sangrados abundantes (menorragia) o escasos (hipomenorrea), ausencia de menstruación (amenorrea) y síntomas premenstruales intensos.

Más allá de las posibles alteraciones, nuestra relación con la menstruación también influye profundamente en cómo vivimos cada etapa de nuestro ciclo. Muchas mujeres han crecido percibiendo su menstruación como algo incómodo o tabú, desconectándose de su cuerpo y sus necesidades. Sin embargo, aprender a vivir nuestra menstruación de forma consciente y respetuosa puede transformar esa experiencia en una oportunidad para cuidarnos y escucharnos.

Entender la ciclicidad es clave: nuestro ciclo no es solo una secuencia de días, sino un reflejo de nuestras energías y emociones cambiantes. Cada fase –menstrual, folicular, ovulatoria y lútea– tiene su propia dinámica, influenciando nuestro estado físico y mental. Reconocer y honrar esta ciclicidad nos permite vivir en mayor equilibrio, potenciar nuestra creatividad, productividad y bienestar, adaptándonos a las necesidades de nuestro cuerpo en cada momento.

En resumen, cuidar nuestro ciclo menstrual y conectar con nuestra ciclicidad no solo mejora nuestra salud, sino que también nos ayuda a vivir en armonía con nosotras mismas.

Menstruamos aproximadamente durante 6 días al mes, 72 días al año y 2900 días en los posibles 40 años de edad fértil… ¿ Crees que tiene sentido vivir 7-8 años de menstruación enfrentando alteraciones o molestias solo por no contar con el conocimiento o las herramientas necesarias para solucionarlas?

La fisioterapia especializada en salud pélvica puede ser una herramienta clave para aliviar un dolor menstrual intenso o dismenorrea, que puede llegar a ser incapacitante y dificultar las actividades diarias, mejorar condiciones como la endometriosis, en la que el tejido similar al endometrio crece fuera del útero, o la adenomiosis, donde este tejido invade la pared muscular del útero, causando menstruaciones muy dolorosas, sangrados abundantes, fatiga y molestias crónicas que impactan profundamente en nuestra calidad de vida.

Tratar estas alteraciones no solo es importante para disminuir los síntomas, sino también para prevenir complicaciones a largo plazo y mejorar la relación con nuestro cuerpo. La fisioterapia a través de técnicas que mejoran la funcionalidad del suelo pélvico, reducen el dolor, favorecen una circulación sanguínea adecuada en la zona, trabaja en el equilibrio postural y la musculatura abdominal, puede influir directamente en los síntomas menstruales y las disfunciones asociadas desde un enfoque integral, ayudándonos a vivir nuestro ciclo de forma más saludable y en armonía con nosotras mismas.

Si al leer te sientes identificada, estaré encantada de ayudarte:)